Diseño de parques en terrenos con desnivel

Diseño de parques y jardines en terrenos con pendiente

Pendiente en un terreno

Podríamos definir la pendiente del terreno en un punto dado como el ángulo que forma el plano horizontal con el plano tangente a la superficie del terreno en ese punto. Es, en definitiva, la inclinación o desnivel del suelo.

La definición, por sí sola, no nos aporta significativamente cuando pensamos en resolver un espacio con plantas. Por esto, la pendiente en un terreno es sólo el inicio fácilmente identificable de nuestra situación problema al momento de diseñar y realizar un parque o jardín.

Enfoque técnico y Análisis previo

Un error habitual es saltarnos las características técnicas y avanzar directamente en el diseño estético y selección de especies visualmente más agradables en función de nuestros gustos particulares.

Es muy importante realizar un relevamiento y análisis de las variables que se nos presentan, porque la pendiente por sí misma no representa la totalidad de la situación problemática. De hecho, ésta, es sólo la punta del iceberg. Y cuando profundizamos e indagamos en nuestra experiencia previa surgen muchos interrogantes

Cuando realizamos un parque donde vamos a intervenir paisajísticamente, e identificamos situaciones de pendiente del terreno con comprobación visual, se abre un abanico de alternativas y enfoques diferentes. Donde existe un problema potencial, a menudo se oculta también una oportunidad. Esta puede ser una especialidad de arquitectos o agrónomos paisajistas que ven en los jardines en pendiente la posibilidad de realizar sistemas de gran impacto estético.

Escalinatas, terrazas, sendas peatonales, pequeños senderos, pendientes diferenciadas: lo que en principio puede parecer una dificultad que crea limitaciones, puede ser la clave para dar al espacio exterior encanto y estética, si la tarea está a cargo de manos y mentes expertas. Cualquiera sea el contexto.

Características a tener en cuenta en el diseño

Algunas de las características a tener en cuenta son:

  • Grado de pendiente en el sector a intervenir.
  • Si la pendiente es ascendente o descendente
  • Composición de suelo, principalmente características físicas. Para determinar la posible erosión.
  • Orientación geográfica de la pendiente.
  • Superficie de cuenca que desagua en el sector a intervenir.
  • Características climáticas de la zona.
  • Características del entorno. Presencia de plantas, árboles, construcciones.

Estas características nos aportan información, que luego elaboramos y analizamos. El resultado genera un pool de condiciones y opciones de plantas y objetos que podremos usar en el sector.

Con este trabajo realizado, estamos en condiciones de realizar la entrevista con el cliente. En función de los gustos personales, cuáles pueden ser las mejores opciones a utilizar y estaremos en condiciones de realizar una serie de propuestas de intervención.

Características del terreno en pendiente

Añadir interés a un jardín es una gran oportunidad cuando hay desniveles. Se pueden crear arroyos sinuosos, taludes de vegetación y caminos que parecen desaparecer. Pero, sin duda, hay más trabajo que cuando se trata de terrenos llanos. Porque si quieres zonas para estar y que el jardín no sea solo ornamental, tienes que mover tierras o crear terrazas.

Atención especial para evitar desplazamientos de tierra. Los jardines con pendiente suponen un reto creativo, para hacer que sean aprovechables y bonitos. Los terrenos con pendiente suelen venir acompañados de buenas vistas, pero muchas veces, de escasa vegetación. Hay que saber elegir bien el tipo de plantas que se va a utilizar, ya que deben ayudar a mantener la tierra en su sitio y que no se la lleve la lluvia.


El desafío de los jardines con pendiente es lograr funcionalidad y estética. Por lo que nuestra actuación ha de diseñarse teniendo en cuenta factores como los posibles desplazamientos de tierra, hundimientos o deformaciones del terreno.

Rocalla en desnivel

Jardines en pendiente: ¿respetar o controlar el desnivel?

En presencia de un jardín en pendiente, las opciones son principalmente dos: respetar o controlar el desnivel.
En el primer caso, se colocarán grandes canteros en curvas de nivel y plantas con raíces robustas que retengan el terreno en las zonas críticas. Plantas cubresuelos (ceratostigma, vinca, hiedra) que estabilice las superficies y decoraciones que resistan a la fuerza de gravedad, como macetas, vasijas, jardineras y adornos.

Para facilitar el acceso entre líneas de nivel se podrá marcar un sendero o una escalinata informal – con gravilla, piedras, ladrillos y/o troncos acostados –. Estos exigirán un mantenimiento ordinario no complejo a lo largo del tiempo.

En cambio, en el segundo caso, se intervendrá de manera más enérgica para modular las terrazas, mediante rellenos de tierra, empalizadas, muros de piedra, escalinatas y otras arquitecturas.
En ambos casos no podrá faltar una zona plana o de reducida pendiente destinada al relax y a la contemplación. Además, se puede matizar con un banco, una mesa, una pérgola elegante y otros componentes que contribuirán a crear el refugio ideal para conversar, leer un buen libro o desayunar, envueltos por los sonidos de la naturaleza.

Cantero grande en desnivel

¿Qué materiales elegir?

Los materiales naturales – piedra entera, piedra partida, madera, ladrillo – son los más adecuados para una intervención funcional y estética al mismo tiempo. Se trata de elementos “pobres” pero sumamente duraderos, que no exigen un mantenimiento particular.


Para la construcción de los senderos, de la segmentación del terreno y de las escalinatas se pueden utilizar vigas de madera nueva o de recuperación, de diferentes grados de durabilidad, hasta las placas de piedra. Mientras que para las paredes de contención la elección más adecuada es la roca natural, pero también se pueden aplicar otros materiales.


El talud con piedras es el lugar ideal para colocar en sus recovecos, plantas espontáneas y resistentes que darán a la pared una textura envidiable a lo largo del tiempo.

Las plantas y el césped: instrucciones para el uso

Cubresuelos, colgantes, trepadoras, gramíneas ornamentales¸ y plantas autóctonas: conocer y respetar el clima y el tipo de terreno donde se desarrollará el jardín.

Sin embargo, una regla general se aplica a todos los espacios en pendiente: en la cima de la pendiente, la tierra será generalmente más seca y sujeta a una mayor erosión, mientras que hacia abajo será más húmeda y rica.

En la base se recomienda plantar especies exuberantes que absorben mucha agua, mientras que en la cima tendrán un hábitat adecuado las especies acostumbradas a los terrenos secos.

Terrazas, Taludes y Rocallas

La elección del tipo de técnica más adecuada (terrazas, taludes, o rocalla) dependerá en parte de la inclinación del terreno y de si la topografía es irregular o no.

Una pendiente de menos de 3% no requiere ninguna planificación especial. Entre el 3% al 10% se necesita algo de control de la erosión. Y para más del 10% son recomendables técnicas específicas de contención.

Taludes

La mejor forma de reducir el efecto erosivo del agua y evitar que arrastre el suelo es retener la tierra plantando especies con un fuerte sistema radicular: las gramíneas son una opción recomendada en las zonas altas más secas, en el limite en el cambio de pendiente, y luego se puede usar hiedra, aliso, tomillo, vinca, etc. También sirven para este efecto algunos tipos de césped resistentes: grama, bermuda.

Trabajando con la inclinación y orientación de la pendiente se pueden destacar unas plantas sobre otras y generar espacios muy interesantes.

Algunas recomendaciones técnicas para los taludes son:

  • Instalar un sistema de riego por goteo para reducir la escorrentía del agua de riego.
  • Formar un pequeño montículo de tierra y mantillo debajo de cada planta en la parte descendente para formar una cuenca que capture el agua de lluvia.

Mejorar el suelo, si es muy pobre, agregando tierra fértil, arena gruesa y turba para ayudar a la planta a retener el agua y que no se vaya por pendiente.

Gramíneas en un talud

Rocalla

Una de las soluciones más decorativas para salvar las pendientes son las rocallas. En una zona rocosa natural, con pendientes y piedras, las plantas crecen hermosas y libremente entre las rocas sin necesidad del cuidado alguno.

También podemos recrear este jardín rocoso en nuestras casas. Sólo hace falta colocar piedras en el talud, de distintos tamaños. Varias juntas, otras separadas, algunas rocas o piedras que estén cubiertas por la mitad de su volumen de tierra y arena, otras sobrepuestas una encima de la otra, en forma recta o escalonada, creando un paisaje lo más parecido al natural.

Para rocallas es mejor elegir especies de crecimiento bajo y resistentes. Entre los huecos se pueden plantar arbustos enanos, como los azareros, tapizantes como la hiedra o especies de bajo desarrollo como el romero rastrero, jaras, margaritas, vincas  y vivaces.

Es conveniente no abusar del número de distintas especies en las rocallas. Con tres o cuatro diferentes se puede acondicionar una rocalla de forma atractiva, ya que el protagonista en este caso es la roca.

El principal cuidado que requiere el jardín de piedras es la eliminación de las malas hierbas. Para ello son de gran ayuda los acolchados de grava o corteza de pino.

Rocalla en un sector del parque

Terrazas

Otra posibilidad para salvar las pendientes es haciendo terrazas a distintos niveles. Esta es una opción acertada cuando disponemos de una gran superficie, pero si el espacio es pequeño puede resultar más apropiado modelar el terreno con una rocalla.

Las plantaciones en terrazas no requieren de ningún trato diferencial al que tendría un jardín convencional ya que cada terraza se comportaría como un mini – jardín. A nivel de diseño es importante que se armonicen las terrazas entre sí y que los sistemas de contención sean muros de mampostería, de piedra, de gaviones, de madera o rocas, guarden relación con la arquitectura y los materiales de la vivienda.

Entre dos taludes se generan terrazas

Síntesis

En definitiva, las opciones para diseñar y armar un parque con desnivel, son variadas y podemos utilizar varias alternativas en un mismo diseño para asegurar diferentes sectores en el terreno. Depende del análisis detallado que realiza el profesional donde se presentan diferentes propuestas de diseño y se ajustan con los gustos del cliente.

El parque con desnivel, presenta un hermoso desafío a la hora de diseñar, con muchísimas dificultades, pero con grandes oportunidades de conjugar estética con funcionalidad.

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